LAS OFRENDAS

En 1941 se constituyó el Colegio Madrid con fundamento en los principios del Instituto Libre de Enseñanza, que consistían en despertar el interés de sus alumnos hacia una amplia cultura general y multidisciplinaria. Este espíritu ha estado presente a lo largo de 75 años, en los que se han realizado esfuerzos notables para cumplir con estos propósitos iniciales. Prueba de ello es la iniciativa que tuviera la  maestra Cristina Barros de integrar las ofrendas del Día de muertos al proyecto cultural de la institución, dada su relevancia como tradición milenaria en el país.

Desde el momento en que se decidió llevar a cabo dicho proyecto, se incorporó a la formación educativa el respeto a las tradiciones, y el reconocimiento del sincretismo de tradiciones, resultado de la fusión de dos culturas, logrando con ello que nuestros alumnos conocieran diversas formas de ver la muerte a lo largo y ancho de nuestro país, dentro de un marco lleno de color y plasticidad.

Entonces se  realizó una importante búsqueda de información con la ayuda de expertos del Museo Nacional de Antropología, quienes nos acercaron a la diversidad de conmemoraciones de la muerte, que aún perviven entre los diversos grupos étnicos que integran nuestra cultura.

Aún no se había construido la Unidad Cultural, cuando, por primera vez, se montó la exposición en la explanada del Colegio, y al año siguiente, en una sala adjunta donde se resguardaba la escultura en homenaje a Lázaro Cárdenas.  Con ella, como testigo, se rindió un respetuoso homenaje a los muertos, cuidando todos los elementos que intervienen en el montaje de una ofrenda tradicional del Día de muertos.

Poco a poco se sumaron a este proyecto todas y cada una de las secciones que integran la comunidad del Colegio y, después de 33 años, la tradición prevalece en la formación de nuevas generaciones informadas y orgullosas de sus orígenes y tradiciones.